15 mayo 2011

Cap 03 - Cuerpo y tambien Mente

Fue no hace mucho, en el cumpleaños de una prima, cuando hise un gran hallazgo.
Tras cruzar varias palabras con una de mis primas, con la cual compartia mesa, se me ocurrio preguntarle algo que se habia vuelto esencial en mi mente ultimamente.
Su signo.
No sabia bien por que. Algunos amigos mios, parecian muy influenciados en ello, y por eso mismo me sentia mas comoda al saber los signos de las personas que me rodeaban. Logrando asi descubrir sus comportamientos, y actitudes, y hasta descubrir si era mas logico que nos llevacemos bien o mal.
E ahi mi sorpresa al descubrir que la niña frente a mi era portadora de mi signo.

Siertamente no le crei en el primer segundo. Pero de uno al otro comprendia todo.
En años anteriores, cuando yo era una pequeña niña, habia pasado algo de mi infancia con esta niña. Soliamos llevarnos mal, y siertamente yo la evitaba, ya que al escuchar el nombre de mi prima siempre llegaba a mi un sentimiento desagradable. Ella era mandona, y fria. Criticaba todo lo que estaba a su al rededor, como si fuese quien para hacerlo. Siempre trataba de ser el centro de atencion, y cuando me veia a mi me perseguia intrigada, criticando todo lo que yo hacia y quejandose de mi comportamiento cerio para con ella. Por eso mismo comprendi al momento que el hecho de que mi pequeña prima fuera de mi mismo signo no devia de ser algo que me sorprendiera. Despues de todo yo solia llevarme mal con las personas que portaban mi signo. Y mas extraño aun, me enorgullesia hasta el fondo de mi alma ser portadora de este.

Esa noche... Algo comenzo a causar escalos frios en mi pecho. Veia a la niña de una manera singular desde que habia hecho aquel hallazgo. Comprendia sus actitudes, o me esforzaba por hacerlo. Ataba los cabos del pasado, descubriendo sus sentimientos, y comprendiendo asi las cosas mutuas que habia en nosotras.
Despues de todo ambas eramos del mismo signo.
Comprendo que algunos de los que leeran, pensaran en mi idiotez al pensar que comparo a una niña cuatro años menor con migo misma, solo por que ambas nacimos en el mismo mes. Pero me alegro en comunicarles, que a pezar de que para mi desgracia ya conocia a otras personas de mi mismo signo, ninguno de estos se parecia en absoluto a mi ¿O sera mejor decir que ninguno se parecia tanto como ella?

Mi madre se rio al escucharme decir que la niña me recordaba a mi misma. Tal y como hacen todos dijo que no habia nada en comun entre ella y yo, ya que claro, la diferencia de edades, y mi basto deceo de matarla hacian que fuese complicado vernos un parecido.
Pero alli estaba. En mi mente, aquella niña aparecia en todos sus actos recordadome lo asquerosa que yo podria llegar a ser.
Compartiamos el gusto por pasar tiempo con gente menor a nosotras. Preferiamos estar en soledad, y amabamos compartir todo lo que nos sucedia. Por dar un ejemplo claro y rapido, apuesto que tanto ella como yo (en mis epocas escolares), siempre corrimos a nuestras madres al llegar a casa y les contamos acerca de las tonterias del dia, lo aburrido y divertido, lo inecesario y todo lo demas.
Hasta ahora es poco decir esas cosas, claro, todavia me faltan las cosas mas importantes. Teniamos una gran mania por las computadoras y la musica. Tambien nos gustaban los intrumentos musicales, y lo fundamental; ella en sus trece años ya estaba diez quilos por sobre su peso, y media por lo menos un metro setenta, o sesenta y sinco (minimo).
Talvez ninguno llege a entenderme claramente. Pero esa niña era el pleno reflejo de mi pasado. De mi niñez como la niña mas alta del grado, tan alta y parecida a mi madre, mas aun asi con razgos de niña y con sobre peso.
Era un hecho deprimente para mi pensarlo. Me sumerjia en el inmenzo deceo de ayudarle de alguna manera. Ya que yo por lo menos en algun momento de mi vida tube a mi hermano mayor cuidando de mi. Pero esta niña no tenia nadie junto a ella, ya que siendo hija unica solo disponia de sus padres, quienes creo no servirian se guia para una pre-adolecente de mi signo.

Temi por ella a lo largo de la noche, y tambien los dias siguientes a aquel dia. Pensaba en las cosas que me habian susedido y pensaba en ella al mismo tiempo, adivinando su futuro. Seria una tarea complicada de hacer. Aun sentia un sierto rechazo hacia ella, me costaba hablarle, y hacia mi maximo esfuerzo para evitar ignorarla o comportarme indiferente. Pero estaba dispuesta a hacer lo posible, tenia que encontrar la forma de que se volviese mas unida a mi, y asi salvar su futuro.
Ya que de sierta forma... Si salvaba su futuro, sentiria que no tendria que preocuparme por el mio.


Capitulo Tres
Cuerpo y tambien Mente


Fin